Y si hubiese tomado una decisión diferente?
Y si hubiese tomado una decisión diferente?
Seguro que más de una vez te has encontrando divagando, tratando de imaginar cómo sería tu realidad actual si hubieses tomado decisiones diferentes. A este tipo de pensamiento en el que proyectamos realidades alternativas fruto de decisiones distintas, se le llama pensamiento contrafáctico.
Es inevitable que en ciertos momentos de nuestra vida nos planteemos qué hubiese sucedido si hubiésemos escogido un camino diferente. Cada decisión que hemos tomado en la vida ha supuesto abrir una puerta pero inevitablemente cerrar muchas otras. Tú y yo nos hemos equivocado en alguna ocasión porque hemos tenido que tomar decisiones. Si hay algo cierto en esta vida es que los errores los cometen los que deciden.
Pensar en lo que pudo ser y no fue puede adentrar nuestra mente y nuestro ánimo en un bucle que no nos beneficia.
Cuando con estos pensamientos nos sentimos mal o culpables por decisiones del pasado, olvidando las circunstancias que nos rodeaban entonces o la falta de conocimientos y experiencia que ahora mismo poseemos, nos convertimos en el juez más despiadado y cruel. Como resultado vivimos con frustración, impotencia aderezado en ocasiones con sensación de culpabilidad.
Desde el punto de vista de la medicina china, sabemos que estas emociones afectan a nuestro sistema Madera, el que se encarga de nuestros sueños, de nuestros objetivos de vida, de los nuevos proyectos. Es por ello que cuando entramos en este bucle de pensamientos contrafácticos, estos desaparecen de un plumazo.
Como dice la psicóloga Ana Peinado, no hay nada más liberador que renunciar a los pensamientos o creencias de lo que debería haber sido diferente. Por ello la propuesta que te hago hoy es ¿qué tal si nos liberamos de lo que debería haber sido diferente y nos centramos en construir un mejor presente?.
Es inevitable que en ciertos momentos de nuestra vida nos planteemos qué hubiese sucedido si hubiésemos escogido un camino diferente. Cada decisión que hemos tomado en la vida ha supuesto abrir una puerta pero inevitablemente cerrar muchas otras. Tú y yo nos hemos equivocado en alguna ocasión porque hemos tenido que tomar decisiones. Si hay algo cierto en esta vida es que los errores los cometen los que deciden.
Pensar en lo que pudo ser y no fue puede adentrar nuestra mente y nuestro ánimo en un bucle que no nos beneficia.
Cuando con estos pensamientos nos sentimos mal o culpables por decisiones del pasado, olvidando las circunstancias que nos rodeaban entonces o la falta de conocimientos y experiencia que ahora mismo poseemos, nos convertimos en el juez más despiadado y cruel. Como resultado vivimos con frustración, impotencia aderezado en ocasiones con sensación de culpabilidad.
Desde el punto de vista de la medicina china, sabemos que estas emociones afectan a nuestro sistema Madera, el que se encarga de nuestros sueños, de nuestros objetivos de vida, de los nuevos proyectos. Es por ello que cuando entramos en este bucle de pensamientos contrafácticos, estos desaparecen de un plumazo.
Como dice la psicóloga Ana Peinado, no hay nada más liberador que renunciar a los pensamientos o creencias de lo que debería haber sido diferente. Por ello la propuesta que te hago hoy es ¿qué tal si nos liberamos de lo que debería haber sido diferente y nos centramos en construir un mejor presente?.
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